El artículo expone la concepción de aprendizaje que fundamenta a las nuevas orientaciones y prácticas de evaluación que se promueven en el proceso de reforma educativa chilena. La convicción que anima a recordar este tema, es que a la base de todo cambio efectivo, debe existir una apropiación profunda por parte de quienes están involucrados en la ejecución de ellos, de cuáles son los principales fundamentos teóricos subyacentes, sus significados asociados y sus sentidos. Finalmente, se reflexiona en torno a prácticas “desajustadas” de lo esperado, identificadas a partir del trabajo con docentes y se intenta clarificar o reorientar dichas prácticas hacia el sentido teóricamente esperado.