Diferentes países han generado políticas para controlar la formación docente mediante regulaciones y rendición de cuentas desde los años 90. Sin embargo, existe escasa y contradictoria evidencia sobre los efectos de estas políticas. En Chile, la rendición de cuentas y la desregulación operan simultáneamente en la formación docente. En 2016 se aprobó la política de Sistema de Desarrollo Profesional Docente, que incluye la acreditación obligatoria de programas, el aumento gradual de la selectividad, la renovación de los estándares, y la implementación de pruebas diagnósticas para estudiantes de pedagogía. Este estudio cualitativo exploratorio analiza, a través de entrevistas semiestructuradas, cómo 40 directores de programas de pedagogía de 10 universidades chilenas ponen en práctica —interpretan y responden a— esta política. Utilizando un análisis de contenido cualitativo, se identificaron cuatro grupos de interpretaciones y respuestas, cuyas diferencias pueden entenderse con base en dimensiones contextuales que median las concepciones de profesionalismo, justicia y relaciones de poder expresadas por los participantes. Este estudio contribuye a comprender los elementos que influyen en la puesta en práctica de políticas de formación docente, a expandir la escasa literatura empírica en esta área, y a informar a quienes toman decisiones de política y forman docentes.